
El recorrido previsto hizo necesario cruzar los Andes, así que decidimos hacerlo en autobus. Los paisajes fueron indescriptibles. Una muralla

de pura roca, pelada, con nieve en las cumbres y un cielo azul intenso. Ascendimos hasta los 3200 metros para atravesar el paso del Cristo Redentor, justo después de los llamados "caracoles", una serie de revueltas donde pudimos ver 4 cóndores sobrevolán

donos. En la aduana, después del túnel que atraviesa la cordillera, nos tuvieron unas dos horas retenidos, porque un cretino de nuestro autobús se equivocó (por de

spiste o intencionadamente, quién sabe) y se fue en en otro autobús, con lo cual no salían las cuentas. También hubo alguna situación extraña con los conductores y la carga que transportaban (mejor no saber lo que llevaban). Vimos el Aconcagua. Finalmente, y después de recorrer varios des

filaderos llegamos a Upsallata, un pueblito donde tuvimos un primer contacto con las empanadas argentinas.Por último, casi 8 horas

después de salir de Santiago, llegamos a Mendoza (cuna del mejor vino argentino, y famoso también por el rafting), donde hacía un calor tremendo, y donde también nos esperaban Marcelo y Julieta, con el pequeño Valentino, con quienes pasaríamos las navidades. -
Traversée des Andes en bus où les paysages sont indescriptibles. Une muraille d
e roche pure, avec de la neige au sommet et un ciel très bleu. Le bus monte à 3200 mètres jusqu´au col du Cristo Redendor, aprè
s avoir passé Los Caracoles, une série de courbes (un peu trop...) survolée par des condors. a la douane, après le tunnel qui traverse les andes, nous avons du attendre plus de deux heures à cause d´un crétin qui s´était trompé de bus (pour échapper à la frontière selon notre conclusion). Aussi nous avons eu une situation bizarre avec les condu
cteurs et un certain chargement.... mieux vaut ne pas savoir ce qu´ils transportaient.... Nous avons vu El Aconcagua. Aprés avoir emprunté plusieurs canyons,
nous arrivons a Upsallata, un petit village ou nous avons notre premier contact avec une empanada Argentine. Huit heures après être partis de Santiago, nous arrivons à Mendoza, berceau du meilleur vin argentin, et connu pour son rafting. Une très grosse chaleur nous attendait avec Marcelo, Julieta et le petit Valentino avec qui nous allions passer les fêtes de Noel.